Hemos iniciado el mes de la Providencia. Mes dedicado a meditar sobre el significado de esta sencilla pero profunda palabra.
Providencia es el cuidado amoroso que Dios tiene de nosotros.
La confianza en la Providencia es confianza en el plan de amor compasivo y misericordioso del Padre y en el poder de su ternura y fidelidad.
Para quien confía todas las cosas se convierten en “Signos de la Providencia” y la vida misma se transforma en un continuo diálogo del Padre con sus hijos; en que el Padre permanentemente llama y los hijos se esfuerzan por descifrar estos llamados y seguirle.
La manifestación del misterio del Dios Providencia nos exige convertirnos en colaboradores suyos, para ayudarles a revelar su amor compasivo y misericordioso ante el dolor ajeno, luchando por vencer el mal con el bien y el pecado con nuestro perdón, pero sobre todo ayudando a los hombres que sufren a descubrir tras su propio dolor la mano del Padre que los llama.
Todas las personas que compartimos este carisma tenemos esta misión y como modelo tenemos a dos mujeres que nos han dejado una huella a seguir. "Madre Emilia y Madre Bernarda" .
"Madre Emilia y Madre Bernarda" fueron un testimonio de esperanza, en un mundo oscurecido por los conflictos, la pobreza, el desamor, la despersonalización.
Ellas anunciaron la Ternura del Padre y se comprometieron con el misterio de la Compasión que brota de su fidelidad al Dios de la vida.
Ellas confiaron contra toda esperanza y nos invitan a seguir confiando y anunciando la Ternura del Padre.
Esta confianza consiste en una actitud, a la vez de total confianza y de máxima corresponsabilidad y compromiso, porque sabemos que todo está en las manos del Padre que cuida de las aves y de los lirios del campo, y que la acción del Padre pasa a través de nosotros .
Esta en una verdad que el hombre moderno necesita creer con urgencia porque es un hombre que se siente angustiado, solo, que no sabe cuál es el sentido de la vida, que no sabe a donde va, no sabe lo que quiere.
Se siente descobijado y se considera a si mismo como un granito de arena insignificante. Esta realidad lo aplasta… pero si de pronto descubre que tiene un Padre que le ama que es bondadoso y que realmente se preocupa de el, que esta detrás de todo lo que le sucede ha descubierto el gran mensaje liberador.
Cambia todo el sentido de su existencia :
Tenemos un Padre común, somos hermanos, formamos una gran familia, el mundo es nuestro hogar y no un lugar de destierro.
"APOYÉMONOS PARA QUE CADA DÍA CAMINEMOS CON FE, CON CONFIANZA Y CON AMOR".
Para quien confía todas las cosas se convierten en “Signos de la Providencia” y la vida misma se transforma en un continuo diálogo del Padre con sus hijos; en que el Padre permanentemente llama y los hijos se esfuerzan por descifrar estos llamados y seguirle.
La manifestación del misterio del Dios Providencia nos exige convertirnos en colaboradores suyos, para ayudarles a revelar su amor compasivo y misericordioso ante el dolor ajeno, luchando por vencer el mal con el bien y el pecado con nuestro perdón, pero sobre todo ayudando a los hombres que sufren a descubrir tras su propio dolor la mano del Padre que los llama.
Todas las personas que compartimos este carisma tenemos esta misión y como modelo tenemos a dos mujeres que nos han dejado una huella a seguir. "Madre Emilia y Madre Bernarda" .
"Madre Emilia y Madre Bernarda" fueron un testimonio de esperanza, en un mundo oscurecido por los conflictos, la pobreza, el desamor, la despersonalización.
Ellas anunciaron la Ternura del Padre y se comprometieron con el misterio de la Compasión que brota de su fidelidad al Dios de la vida.
Ellas confiaron contra toda esperanza y nos invitan a seguir confiando y anunciando la Ternura del Padre.
Esta confianza consiste en una actitud, a la vez de total confianza y de máxima corresponsabilidad y compromiso, porque sabemos que todo está en las manos del Padre que cuida de las aves y de los lirios del campo, y que la acción del Padre pasa a través de nosotros .
Esta en una verdad que el hombre moderno necesita creer con urgencia porque es un hombre que se siente angustiado, solo, que no sabe cuál es el sentido de la vida, que no sabe a donde va, no sabe lo que quiere.
Se siente descobijado y se considera a si mismo como un granito de arena insignificante. Esta realidad lo aplasta… pero si de pronto descubre que tiene un Padre que le ama que es bondadoso y que realmente se preocupa de el, que esta detrás de todo lo que le sucede ha descubierto el gran mensaje liberador.
Cambia todo el sentido de su existencia :
Tenemos un Padre común, somos hermanos, formamos una gran familia, el mundo es nuestro hogar y no un lugar de destierro.
"APOYÉMONOS PARA QUE CADA DÍA CAMINEMOS CON FE, CON CONFIANZA Y CON AMOR".
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